Bajo mi punto de vista, mientras Google Art Project ha
logrado desde su inauguración una notable repercusión entre los usuarios más afines
a la historia del arte, Google Wonders Project ha tenido una acogida inexplicablemente
más discreta. Presentada el pasado año en España por el Google Cultural
Institute, y de nuevo apostando por la democratización de la cultura, la
plataforma pretende mostrar aquellos lugares reconocidos como Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO a través de las pantallas.
Valiéndose de la tecnología de Street View, los internautas
pueden explorar de manera virtual enclaves históricos, yacimientos y
construcciones arquitectónicas reconocidas ya como maravillas del mundo. La experiencia
se ve potenciada además con las imágenes 3D, los vídeos enlazados a través de
Youtube, información oficial y diversas fotografías que permiten observar con
gran detalle algunas de las grandes obras de la humanidad gracias a la
colaboración de Google con la UNESCO, Getty Images y el World Monuments Fund.
Con tan solo unos clics, y de manera muy intuitiva,
cualquier usuario puede visitar 132
puntos emblemáticos del mundo sin sufrir jet lag. El Cabo Evans en la Antártida,
los diferentes templos y santuarios de
la Antigua Kioto, la gran barrera de coral en Australia o el barrio de Bryggen
en Bergen (Noruega) son algunos de los lugares incluidos en este proyecto que
en principio pretendía aumentar su número de emplazamientos de manera paulatina.
No obstante, desde su presentación en mayo de 2012, no ha habido nuevas
incorporaciones, por lo que se echa en falta la presencia de países como
Grecia, México, India, Egipto o China dentro de la colección. Con apenas el 13%
del total del patrimonio catalogado por la UNESCO, habrá que esperar a que el
Google Cultural Institute dote a esta plataforma de nuevos contenidos.
Aunque nunca un viaje virtual podrá sustituir la experiencia
multisensorial del viaje físico, Google Wonders Project puede acercar el
patrimonio histórico a usuarios de todo el mundo y promover el respeto y la
conservación de este legado cultural. Es precisamente desde esta perspectiva,
desde la que parece resultar más interesante el proyecto. La página de la
plataforma cuenta con diferentes paquetes educativos descargables en función
del nivel académico que pueden ser empleados en las aulas como recurso para el
aprendizaje dinámico. Siempre será más gratificante entender la revolución
industrial o el renacimiento italiano a través de la interactividad y la
diversidad de materiales didácticos.
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