El artista urbano P183 |
Un legado físicamente inexistente (o casi) debido a la
eliminación de las obras por parte de las autoridades municipales atendiendo a
la prohibición de arte urbano – más aún siendo crítico -. La subversión que implica la adopción del
espacio público como museo ilimitado y medio de expresión, ha conllevado la
supresión de la mayoría de los trabajos realizados por P183, que
afortunadamente están recogidos en la red gracias a las fotografías que él
mismo tomaba para dejar constancia de sus acciones.
Pável Pukhov ha muerto sin llegar a cumplir los 30, pero sus
obras de arte callejero pueden contarse por docenas debido a una temprana
iniciación en el street art que le
otorgaba ya una experiencia de 17 años. Las normas comenzaban a tambalearse
para el artista allá por 1996, cuando para lograr continuar con sus
intervenciones decide mantenerse en el anonimato y firmar con el pseudónimo
P183 (Pasha 183).
Las calles son las salas expositivas más accesibles para cualquier persona. La calle es al mismo tiempo mi taller y mi galería.
Cuento del tiempo perdido |
Como artista, para dibujar algo, hay que entrar en lo que estás haciendo.
Tal vez las dificultades económicas del artista hayan
influido en los mensajes que proyectaba en sus obras. Cercano ideológicamente
al anarquismo que rechaza toda autoridad, sus obras están plagadas de denuncia
social. El trasfondo político y la crítica al consumismo capitalista son una
constante en sus intervenciones pese a negarse a aceptar la etiqueta de
“artista político”.
Muestra de ello es la
conferencia que ofreció en el II Festival de Publicidad Honesta de
Ekaterimburgo (único acto público al que aceptó acudir en su vida). Allí, con
el rostro cubierto por un pasamontañas como acostumbraba a aparecer, Pável Pukhov
reflexionaba sobre la manipulación que la publicidad ejerce sobre los
ciudadanos que se ven impulsados a comprar y a venderse y las relaciones de
mercado que extienden sus tentáculos hacia cualquier ámbito de la vida.
Asimismo, existe otro componente indispensable para entender
la obra de P183: la pérdida de la inocencia. Sus trabajos aluden frecuentemente
a la etapa de la infancia como elemento vital para el autoconocimiento y el
afrontamiento del futuro. Gran parte de sus creaciones destilan perplejidad
ante el mundo adulto, revelando cierta nostalgia por un pasado que no va a
volver.
Tal vez fuera esta contraposición entre la vida adulta y el
imaginario infantil la que le impulsó a diseñar y ejecutar una de sus obras más
internacionales y con la que suscitó el interés mediático de periódicos como
The Guardian o el Telegraph. El patio de un colegio moscovita fue el lugar
escogido para plasmar unas enormes gafas que tomaban una farolas como patilla y que sirviéndose de la perspectiva se erigían en 3D a través de las ventanas
del edificio.
Muy diferente era el objetivo que se escondía tras la gran
tableta de chocolate de la marca Alenka que se apoyaba sobre una pared en
ruinas. Creada sobre una gran losa de hormigón, la obra fue concebida como un
final alternativo a la película The tale
of Alenka 2005, enfrentando al espectador a la imposibilidad de consumir o
comprar aquel popular producto soviético.
El metro de Moscú también fue objeto de una de sus obras más
subversivas al situar a unos ficticios antidisturbios tras sus puertas de
acceso, pretendiendo de este modo que los usuarios empujaran e ignoraran estas
figuras policiales. Otras intervenciones de fuerte contenido crítico de P183 han ocupado puentes (Burn the bridges), cabinas telefónicas o
solares abandonados, aunque también tuvo tiempo para brindar a los transeúntes mensajes de esperanza.
Os dejo unas cuantas obras realizadas por el ya
lamentablemente desaparecido artista a lo largo de su trayectoria. P183 hacía
preguntas y ofrecía respuestas, solo tenéis que encontrarlas.
Burn the brigdes de P183. Puente de Moscú. |
Ahora nadie necesita permiso para dejar el mono, P183. Calle en obras. |
Who was all becomes anybody. Calle de Moscú. |
Víspera de año nuevo. Moscú. |
Podéis ver el making of de estas u otras obras de P183 en la lista de reproducción de Espacios Convergentes.
Y por supuesto, quien se atreva con el ruso, no debería dejar de visitar la web y el propio blog de P183.
Y por supuesto, quien se atreva con el ruso, no debería dejar de visitar la web y el propio blog de P183.
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