Poco a poco las instituciones culturales empiezan a entender la importancia de poner a disposición del público las obras de arte y el legado de los artistas a
través de la red. Ese es el caso de la Fundación Keith Haring, la cual, partiendo
de la retrospectiva Keith Haring: 1978-1982 organizada por el Museo de
Brooklyn este año, ha publicado en internet los cuadernos del artista.
Keith Haring’s Journals es el resultado de la digitalización de estos documentos retrayéndose a una época anterior a la propia exhibición. Cualquier usuario puede retroceder con tan solo unos clics a 1971 e introducirse en las impresiones del artista expresadas de su puño y letra. Aunque en algunos pasajes su irregular caligrafía dificulta la lectura, es recomendable hacer un esfuerzo por sumergirse en las divagaciones de Haring. Las páginas de sus cuadernos están repletas de citas extraídas de conversaciones con Antonin Artaud, Charles Stancey (“poverty means nothing to a man with a dream. Drawing is the probiby of art”), Abraham Moles o Joseph Laploca (“criticism is the salvation of art”). Keith Haring realiza en sus diarios afirmaciones como “An artist has an impossible ambition. It is a pre-supposition that he will fail” y se atreve a definir el mundo del arte del siguiente modo:
“The “art world” is VERY VERY SMALL and VERY VERY personal and for most people, IN REALITY, no more than a personal philosophy in a physical manifestation.”
Con el arte como elemento común a casi la totalidad de sus
escritos, el artista plasma bocetos de sus experimentos, aborda la concepción
del artista, analiza la escena cultural y se acerca a diferentes expresiones
artísticas. Lejos de profundizar en su vida privada, los cuadernos de Haring
resultan enriquecedores tanto para entender mejor el porqué de sus obras como
para reflexionar sobre la escena artística.
Keith Haring ya tiene un blog
Analizando los hábitos de los internautas y estudiando las
plataformas en las que se mueven los usuarios, la Fundación Keith Haring abrió en
Tumblr un espacio desde el cual publicar diariamente una página de los cuadernos
durante el tiempo que durara la exposición.
Con un diseño sencillo y carente de artificios, la página permite que
los usuarios compartan los contenidos y localicen la información a través del
empleo de etiquetas temáticas. De esta manera se establece una aproximación al
público y se conecta con nuevos usuarios gracias a la dinámica que posee Tumblr de permitir compartir los post.
Esta iniciativa, a mi modo de entender, no debería contrarrestar
las ventas del libro Keith Haring
Journals publicado por Penguin en 2010; sino que podría en todo caso
aumentarlas. Internet se ha convertido en el medio por excelencia para descubrir nuevos contenidos e
intercambiar recomendaciones. Muchos de los usuarios que hayan aterrizado en la
página de Tumblr probablemente tenían conocimientos previos sobre el artista,
pero tal vez la publicación digital de los cuadernos pueda impulsarles a buscar
más información o a visitar la exposición. Ni que decir tiene, que los nuevos
usuarios que hayan entrado en contacto con el legado del autor vía internet, no
hubiesen adquirido igualmente el libro, y es posible que a unos cuantos les
haya generado interés posteriormente. Asimismo, situar este material en
internet permite al público permanecer ante él de una manera más cómoda y
durante un tiempo superior al que lo harían en una sala expositiva. Siempre he
pensado que los vídeos de cierta duración y los textos largos no encajan con
demasiada facilidad en la sala de exhibición. Resulta realmente complicado
absorber estos contenidos en tan solo una visita, incluso en muchas ocasiones
el tiempo de dedicación que requieren estas obras no se corresponde con las
horas de apertura de los museos que los exhiben. De este modo, e incluso
habiendo visitado previamente la exposición, el usuario puede acercarse de un
modo más natural a los documentos, teniendo la posibilidad de invertir el
tiempo que considere necesario en ellos y pudiendo acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Y eso, es algo que el propio Haring ya contemplaba en sus cuadernos:
The time in BOOKS is a different time because you can read the information at different speeds And the information is all present at the same time and it doesn’t travel in time – you have to be the active perceiver instead of the passive receiver of information when you read books.
Keith Haring's Journals: http://keithharing.tumblr.com/
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