Me hablas del pasado y se ilumina
tu cara al recordar días mejores.
A medida que vuelven las imágenes
que te son más queridas, se atropellan
las palabras, sonríes
y te brillan los ojos.
Ten cuidado;
la memoria es a veces un pájaro terrible
y duele su aletazo especialmente
en noches como esta.
Luego se ha ensombrecido tu mirada de pronto
y te vence un extraño cansancio ante las cosas.
Vivir de haber vivido es condenarse
a ser la escoria fría de los años.
Charlas con L.O.
Autopsia. Poesía 1989 - 2004, Jose Luís Piquero.
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