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Imagen extraída de Mol, la instalación creada por Ryoichi Kurokawa |
Un mundo en constante transformación
La democratización de Internet ha provocado una auténtica
revolución en los modos de percepción y relación social. Desde la aparición del
ordenador de sobremesa y de Internet
muchos han sido los cambios que han acontecido en el plano tecnológico
transformando la vida contemporánea de manera irreversible. La imparable
evolución del mundo digital ofrece múltiples posibilidades a un público cada
vez más activo que demanda novedades que aumenten su nivel de interacción. Lo
que hace un tiempo parecía imposible hoy se convierte en una realidad tangible
que rápidamente será superada por una nueva innovación. Ante tal contexto, la
concepción del mundo cambia y se adapta de manera constante sometida así a una
permanente construcción que nos retrotrae a la definición de modernidad líquida
que ya enunciaba Zygmunt Bauman.
Entre otros factores, la nueva realidad se construye en
tiempo real a partir de la acción constante de unos usuarios que han abandonado
su condición pasiva. Si la obra de arte surge del conjunto de realidades que la
rodean, no es de extrañar que el arte contemporáneo se haga eco de este nuevo
escenario, tomando elementos que le son propios y adoptando nuevas formas de
producción y expresión.
Asimismo, la creación artística ha estado históricamente
unida a la investigación de nuevos materiales y técnicas, por lo que no resulta
extraño que en los últimos tiempos la tecnología se haya hecho con un lugar
importante dentro de los procesos creativos. Unos procesos que además cobran
relevancia respecto al conjunto de la obra, posicionándose como parte
indispensable de la creación y llegando en algunas ocasiones a mostrarse el
desarrollo investigativo como objeto de exhibición en sí mismo. Del mismo modo
y conectando con el contexto actual, cada vez son más los autores que demandan
la participación activa del público a lo largo de las diferentes fases del
proceso creativo, implicando al usuario
en el desarrollo o activación de la obra final para dotarla de sentido.
REALIDAD ELÁSTICA
Esta adaptación constante y carente de hojas de ruta
convierte la realidad en un elemento elástico que va tomando forma en tiempo
real y en el que las nuevas tecnologías tienen una gran influencia. El límite
entre lo real y lo ficticio, entre lo tangible y lo abstracto se diluye hasta
formar parte de un mismo plano, una nueva forma de percibir e interpretar el
mundo que la LABoral ha plasmado en su nueva exposición.
Realidad elástica
reinterpreta el mundo que conocemos a través de la visión de 10 artistas contemporáneos
que centran su creación en las nuevas formas de percibir y trabajar con la
realidad. Creadas en el centro de formación, investigación y producción francés
Le Fresnoy, las obras muestran algunas de las nuevas áreas de estudio del arte contemporáneo
que aúnan la dimensión real con la virtual a través de las diversas posibilidades
que ofrece la tecnología.
David Rokeby abre la exposición con su extraordinaria obra Hand-held. Tras el aparente espacio vacío ocupado únicamente por una alfombra cuadrada negra se encuentra una instalación compuesta por 80 capas de imágenes sólo visibles mediante la intervención del público. A lo largo de la historia las manos han sido una herramienta vital para el ser humano, un utensilio que hoy se relaciona de manera continua con las nuevas tecnologías. Por ello Rokeby sitúa al visitante sobre la alfombra mágica invitándole a suspender sus manos sobre el espacio para que en función de sus propios movimientos las imágenes se proyecten sobre su piel (y sobre parte del suelo) poniéndole en contacto con una realidad intangible.
Un poco más adelante, destaca por su forma y tamaño Dead end, la creación de la artista francesa Théodora Barat. La obra escultórica de formas enrevesadas transmite a la vez modernidad y decadencia debido a la austeridad con la que se presenta y la frialdad que transmite su estructura metálica. Junto a ella se encuentra la instalación Sans Titre en la que las reglas parecen haberse invertido transformando la realidad. Pierre Yves Boisramé sitúa al visitante ante 3 pantallas que simulan un desplazamiento espacial sobre un paisaje nevado. Los elementos naturales que deberían mantenerse inalterables se convierten en móviles trasladándose lentamente frente a un teleférico situado en el centro que permanece estático.
Un poco más adelante, destaca por su forma y tamaño Dead end, la creación de la artista francesa Théodora Barat. La obra escultórica de formas enrevesadas transmite a la vez modernidad y decadencia debido a la austeridad con la que se presenta y la frialdad que transmite su estructura metálica. Junto a ella se encuentra la instalación Sans Titre en la que las reglas parecen haberse invertido transformando la realidad. Pierre Yves Boisramé sitúa al visitante ante 3 pantallas que simulan un desplazamiento espacial sobre un paisaje nevado. Los elementos naturales que deberían mantenerse inalterables se convierten en móviles trasladándose lentamente frente a un teleférico situado en el centro que permanece estático.
Retomando el caso Tarnac por el que 9 jóvenes fueron
acusados sin pruebas de terrorismo por dañar una línea del tren de alta
velocidad francés, Joachim Olender
presenta su obra Tarnac. Le chaos et le grâce. El artista ahonda sobre el
acontecimiento lanzando una ácida crítica respecto a las conexiones entre el
sensacionalismo mediático, el poder político y la realidad. A partir de varias
entrevistas, imágenes de archivo extraídas de los medios de comunicación e
imágenes generadas virtualmente, Olender presenta una video-instalación que se
sitúa entre la ficción cinematográfica y el documento testimonial.
Documentación de la obra Event Horizon #Camuflajes de Maya Da-Rin |
Junto a la instalación de Maya Da-Rin se sitúan un conjunto
de altavoces de diferentes tipos que conectados a varios detectores de
movimiento conforman Tutti, la instalación de Zahra Poonawala. El espectador se
vuelve indispensable para el desarrollo de la obra al tener que introducirse en
la escena e interactuar con los elementos para otorgarles un sentido global. Los
altavoces reaccionan ante la proximidad corporal emitiendo diferentes planos
sonoros de una pieza de orquesta compuesta por Gaëtan Gromer. El visitante se
convierte por tanto en un director de orquesta que conecta espacio y sonido a
partir de su propia presencia.
Véronique Béland centra su atención en los datos que los radiotelescopios del Observatorio de París captan sobre las ondas de radio procedentes del cosmos, y los transforma para This is Major Tom to Ground Control en algoritmos que generan textos aleatorios y constantes. Una voz artificial recita las frases que van surgiendo del proceso de conversión al tiempo que una impresora muestra en tiempo real los mensajes por escrito. El conjunto de pliegos que produce el sistema son encuadernados y ordenados cronológicamente pudiéndose realizar un seguimiento de los datos extraídos desde su comienzo en 2012 hasta un periodo de tiempo infinito.
Unas cortinas dan acceso a una sala que aloja una escultura digital casi hipnótica firmada por Ryoichi Kurokawa. Acostumbrado a trabajar con dispositivos electrónicos para la proyección de imágenes sobre el espacio, su obra Mol representa imágenes en movimiento acompañadas por sonidos que producen una experiencia sensorial absoluta. Recurriendo a dos pantallas de vídeo que se reflejan en un par de espejos generando un sistema holográfico, Kurokawa conduce al visitante hacia un ambiente ilusionista en el que las imágenes toman un volumen inexistente.
Fotograma de Tempo scaduto, instalación creada por Vincent Ciciliato |
En Cellulairement, Dorothée Smith reflexiona sobre el concepto de identidad y se plantea si es posible una supervivencia en la que el individuo se desprenda de su cuerpo. Partiendo de esta premisa y recurriendo a la telepresencia y a la biotecnología, Smith ha contado con varios voluntarios a los que ha implantado un microchip con datos biométricos de la artista que invadirán el propio cuerpo. La exposición cuenta con la documentación recabada hasta el momento para el proyecto y que será completada y actualizada durante el mes de julio con los datos obtenidos, convirtiendo el proceso en parte de la propia obra. Por el momento, la documentación recogida por la artista puede ser consultada en el espacio expositivo y seguida a través de la web: http://cellulairement.net/
Realidad elástica
estará en el espacio de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón hasta
el 8 de septiembre. Más información: http://www.laboralcentrodearte.org/es/exposiciones/re/view
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